Cuando se suma alguien nuevo a tu equipo, no es conveniente abrumarlo con un montón de jerga jurídica de la relación laboral que acaban de forjar. Sin embargo, para muchos empleadores, esa jerga legal es una forma esencial de establecer y proteger esa relación empleado-empleador tan importante. Dicho de forma sencilla, un contrato de trabajo es un acuerdo escrito que establece los límites de la relación entre tú y tu empleado. No importa si tu empresa tiene cinco o 50 empleados, nosotros te ayudaremos a decidir si debes hacer un contrato después de enviar una carta de oferta de empleo.

¿Quién utiliza contratos de trabajo?

No todo el mundo. Los detalles de la mayoría de los puestos suelen tratarse en persona, y ambas partes dan por supuesto que se dará un aviso de terminación con antelación razonable cuando alguien se vaya por su cuenta o por decisión de la empresa. La mayoría de los empleos se denominan “a voluntad”, lo que significa que la relación laboral puede terminar sin necesidad de una causa justificada. Lo más probable es que vivas en un estado que permita a los empresarios hacer esto, a menos que el motivo sea por represalias o discriminación.

Por otro lado, algunas empresas utilizan contratos de trabajo para explicar exactamente por qué pueden despedir a alguien por causa justificada, lo que elimina esa condición de “a voluntad”. Esto da a ciertos empleados una mayor sensación de seguridad en el empleo, porque saben que no pueden ser despedidos “a voluntad”. Muchas profesiones que requieren capacitación, como los abogados y los médicos, utilizan contratos de trabajo. Por lo general, estas carreras implican una multitud de recursos y de asistencia a clases, por lo que tiene sentido que el empleador quiera proteger a todos los involucrados.

Es muy importante que nos preguntemos lo siguiente: ¿es necesario dar contratos de trabajo a los empleados nuevos? En realidad, depende. Los contratos pueden ser útiles para ambas partes, pero algunas pequeñas empresas creen que utilizar contratos formales es demasiado engorroso. En la siguiente sección, te explicaremos los pormenores de un contrato de trabajo y te aconsejaremos sobre la necesidad de suscribir uno. En función del tipo de funciones y de la duración del servicio, es posible que también se te exija legalmente que pongas el contrato por escrito. Asegúrate de consultar las leyes de tu estado para confirmarlo.

¿Qué contiene un contrato de trabajo?

Un contrato de trabajo es un documento que establece los límites de la relación entre tú y tu empleado. Aunque su aspecto puede variar en función de su estructura y de las condiciones de empleo que contengan, los contratos más básicos abarcan los siguientes temas:

  • Título y descripción del puesto. ¿Cuál es el cargo oficial de tu nuevo empleado y qué funciones se espera que desempeñe?
  • Compensación. ¿Cuánto cobrará? ¿Tendrá un sueldo o trabajará por horas? ¿Cuándo cobrará? ¿Tendrá bonificaciones? De ser así, ¿cuál será la estructura?
  • Beneficios para los empleados. ¿Reciben seguro médico? ¿Qué hay de los beneficios de ahorro financiero?
  • Tiempo libre remunerado (PTO). ¿Cuánto tiempo de vacaciones tiene el empleado nuevo? ¿Se especifica cuándo puede tomarlas y cómo debe notificarlo a la empresa? ¿Y qué sucede con las licencias por enfermedad? Comprueba las leyes de tu estado sobre lo que es obligatorio proporcionar.
  • Tipo de empleo y duración. ¿Es un contratista independiente o un empleado de pleno derecho? ¿Se trata de un empleo de tiempo parcial o completo? ¿Hay una fecha de finalización del contrato o se renueva automáticamente? Esto está relacionado con los distintos tipos de contratos de trabajo, entre ellos:
Contratos a voluntadEl empleo puede finalizar sin necesidad de causa justificada ni previo aviso.
Contratos indefinidos a tiempo parcialEl empleo no tiene fecha de finalización y requiere una causa para su terminación.
Contratos indefinidos a tiempo completoEl empleo no tiene fecha de finalización y requiere una causa para su terminación.
Contratos de duración determinadaEl empleo finaliza en una fecha determinada.
  • Período de prueba. ¿Habrá uno? ¿Cuánto tiempo durará?
  • Requisitos de confidencialidad. ¿El empleado nuevo manejará información sensible y confidencial que quieres proteger?
  • Protección de la propiedad intelectual. ¿El trabajo de tu empleado se considera propiedad intelectual tuya o suya?
  • Una cláusula de no captación y no competencia. Si tu empleado nuevo se marcha, ¿tienes alguna norma sobre si puede aceptar clientes o si tiene que dejar de dedicarse a tu tipo de negocio durante un tiempo determinado? Puedes optar por añadir cláusulas al respecto en el contrato de trabajo o crear un contrato de no competencia por separado. (Los pactos restrictivos no son exigibles en California, así que consulta también las leyes de tu estado).
  • Información sobre la terminación. Si decides despedir a tu nuevo empleado, ¿debes tomar alguna medida específica? Si el empleado quiere renunciar, ¿necesitas un plazo de notificación específico? ¿Quieres mantener la relación laboral a voluntad?
  • Resolución de conflictos. Se trata del arbitraje de una parte neutral para tomar una decisión en caso de conflicto.

Como puedes ver, las cláusulas contractuales tienden a convertirse en listados exhaustivos de los derechos y responsabilidades tanto del empleado como del empleador. Ahora que ya sabes lo que cubren, hablemos de si realmente necesitas uno.

Aunque siempre es conveniente dejar por escrito todo lo relacionado con la relación laboral, no suele haber requisitos estrictos que exijan un contrato formal. A continuación, te presentaremos algunas situaciones en las que sería un gran error no hacer un contrato.

Realmente necesitas un contrato de trabajo si…

1. Estás en una industria donde es muy importante la confidencialidad

Si tu espacio contiene muchos secretos comerciales o fórmulas confidenciales, es muy recomendable que hagas un contrato de trabajo y un contrato de confidencialidad, también conocido como contrato de no divulgación (NDA). De este modo, tendrás margen para definir exactamente lo que tu empleado debe mantener en secreto, así como las repercusiones en caso de que lo revele.

2. Tu empresa produce mucha propiedad intelectual

¿Creas mucha propiedad intelectual, como productos, música o arte? De ser así, te conviene hacer un contrato de trabajo que especifique claramente a quién pertenece cada cosa.

3. Has invertido muchos recursos en tu nuevo empleado

Supongamos que has pasado semanas formando a tu nuevo empleado. Además, tienes previsto pagarle cursos de desarrollo profesional (como formación jurídica continua para abogados o asistentes jurídicos, o desarrollo de habilidades para comercialización). Es recomendable que hagas un contrato de trabajo para asegurarte de que el empleado te avise si decide marcharse.

4. Quieres tener un gran control sobre las responsabilidades de los empleados

No es bueno que haya confusiones en el trabajo. Si quieres delimitar claramente las funciones de tu empleado, ponlo claramente por escrito.

5. Tienes dudas sobre el empleado

Si crees que un posible empleado podría debatir o renegociar elementos de un contrato informal o (peor) ser litigioso, te recomendamos que te asegures de que todo esté bien explicado. En resumidas cuentas, pueden surgir pequeños conflictos con cualquier empleado si las expectativas no están claramente definidas y por escrito.

6. La ley te obliga a hacerlo

Comprueba las leyes federales y estatales para confirmar si el tipo de empleo que ofreces debe tener un contrato por escrito. Por ejemplo, si vas a emplear a alguien durante más de un año, debes constatarlo por escrito.

Modelos de contratos de trabajo

Sí, los contratos tienen algunas desventajas, pero tienen muchas más ventajas. Tener un contrato de trabajo por escrito suele ser conveniente en la mayoría de las situaciones, pero requiere tiempo, esfuerzo y organización, algo que a muchas pequeñas empresas les resulta difícil. Pero cuando surge algún conflicto, tener las cosas por escrito puede marcar una gran diferencia.

Haz la tarea, redacta un contrato formal y verás que será aún más fácil incorporar a tu equipo a todos los empleados nuevos y profesionales que tú quieras. Estos recursos te ayudarán a empezar con tus contratos:

AlabamaIndianaNebraskaSouth Carolina
AlaskaIowaNevadaSouth Dakota
ArizonaKansasNew HampshireTennessee
ArkansasKentuckyNew JerseyTexas
CaliforniaLouisianaNew MexicoUtah
ColoradoMaineNew YorkVermont
ConnecticutMarylandNorth CarolinaVirginia
DelawareMassachusettsNorth DakotaWashington
FloridaMichiganOhioWashington D.C.
GeorgiaMinnesotaOklahomaWest Virginia
HawaiiMississippiOregonWisconsin
IdahoMissouriPennsylvaniaWyoming
IllinoisMontanaRhode Island

Aquí puedes ver un ejemplo de un contrato de trabajo de eForm en New York.

Nota: La información compartida no debe tomarse como asesoramiento fiscal, legal, de beneficios, financiero o de recursos humanos. Dado que las reglas y regulaciones cambian con el tiempo y pueden variar según la ubicación, consulte a un abogado o experto en recursos humanos para obtener orientación específica para su caso.
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